4.5.09

¿Un clavo saca otro clavo?

Lo dudo. O, por lo menos, lo dudo en parte.

No hay dos relaciones iguales como no hay dos personas iguales, por lo que creer en esa sentencia es como creer en los poderes curativos de la baba de caracol. Además, ¿por qué razón tiene que funcionar en todos los casos? De acuerdo que existe ese tipo de relación pasajera sin trascendencia alguna que, por insustancial, puede ser remediada con una noche de excesos varios. Pero, ¿qué me decís de esas relaciones en las que el clavo propiamente dicho pasa a, alegóricamente, fundirse contigo? Luego la ley del clavo queda obsoleta.

Le pasó a Ele, mi amiga, que necesitó dejar al chico con el que estaba porque no le proporcionaba lo que ella requería, aunque se querían, se querían mucho. No entraré en si la culpa fue de ella por abandonar el partido o de él por no poder cumplir los objetivos de Ele; pero creedme, nadie es perfecto. Aunque si algo era seguro en esta relación es que no eran simples clavos, pues habían compartido tanto que, cuando se separaron, los dos se dieron cuenta de que se habían olvidado de andar a solas. O por lo menos eso fue lo que le pasó a Ele. Cuando se dio cuenta de ello decidió poner en práctica el axioma hermético: un clavo saca otro clavo. Y lo puso en práctica en su máximo exponente, algo inaudito en ella puesto que Ele, aunque llamaba mucho la atención siempre que entraba en cualquier lugar concurrido, era muy reticente a los rollitos de una noche, como les llamaba ella. Tras su noche de desenfreno dionisiaco me llamó desesperada diciéndome que no funcionaba, que ahora todavía pensaba más en Jota, pues sentía que le había traicionado. Mi experiencia es corta y mis consejos suelen ser absurdos, por no decir ridículos, así que sólo pude decirle que lo que necesitaba no era encontrar otro clavo para sacar el de Jota, lo que debía hacer era drenar el metal que Jota había dejado en su interior y guardarlo en un potecito, por si algún día lo necesitaba.

Sigo pensando en ese consejo. ¿Será otra pseudoley universal? O, lo que es lo mismo, ¿me lo inventé? A veces una pregunta te lleva a otra, y esta a otra, y a otra, y así sucesivamente. Podría pasarme días enteros cavilando sobre esta cuestión, pero, por lo pronto, me quedaré con mi propia verdad absoluta y procuraré drenar en vez de intentar sustituir ipso facto.

Por cierto, Ele y Jota vuelven a estar juntos, pero esta es otra historia.

2 comentarios:

  1. tenies raó, tens moltes coses a dir! i m'alegro que hagis trobat un lloc i un canal per fer-ho (un altre cop).

    no crec que els teus consells siguin ridículs, i trobo que sempre ets molt coherent amb el que dius!

    podríem repetir birreig el dijous a la nit, si et va bé =)

    un petó sergi

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  2. El problema amb els claus és precisament aquest, que no hi ha dos claus iguals, i que sovint són perillosos perquè es claven massa... o sigui que no, jo tampoc crec gaire en aquest axioma.

    pd: Jo tampoc tinc geeens de constància, i menys en això dels blogs... però aquest cop ho estic intentant, i de moment me'n vaig sortint!

    pd2: Seguidora al canto!

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